Talmud – Metapedia

Posted By on October 25, 2015

El Talmud (del hebreo ) es una obra que recoge las discusiones rabnicas sobre leyes judas, tradiciones, costumbres, leyendas e historias. El Talmud se caracteriza por preservar la multiplicidad de opiniones a travs de un estilo de escritura asociativo, mayormente en forma de preguntas, producto de un proceso de escritura grupal a veces contradictorio.

El judasmo considera al Talmud la tradicin oral, mientras que la Tor (el Pentateuco) es considerada como tradicin escrita.

La mayor paradoja que puede hallarse en toda la historia de la humanidad, es la de encontrar un pueblo que fuese el elegido y seguidamente el vomitado por Dios; que no es otro ms que el judo. En su continuo deambular por la vida, aferrado a sus tradiciones como ningn otro, va transmitiendo de padres a hijos sus creencias religiosas y sociales de forma que, a travs de los siglos, el judasmo arrastra a una casta indomable, atribuyndose a s misma la condicin de casta superior, instruyndose en que el judo es el nico Dios viviente en la tierra, el Adam Kadmn, el hombre celeste; todos los dems han sido puestos en la tierra para servir al hebreo.

Predicando entre s un odio espantoso contra todos los dems pueblos, a los que azuza como a perros a la pelea, y adoctrinndose entre ellos con la terrible idea de que, "aun al mejor de entre los goim (los no judos), se les debe exterminar."

El porqu y cmo viene ocurriendo todo esto, se puede explicar con razones sencillas y comprensibles que no hay porqu ocultar. En primer lugar, porque los hebreos tienen un espritu demonaco, "tiene por padre al diablo que es el padre de toda mentira, y slo quieren hacer las cosas de su padre"; en segundo lugar, porque estn sometidos entre ellos, a una frrea disciplina a travs de los Kahales (Consejos nacionales, regionales y locales) y de los rabinos; en tercer lugar, porque tienen un Cdigo sagrado y secreto al que no puede sustraerse ningn judo, y rige desde fechas inmemoriales; y, por ltimo, porque todos estn sujetos a pagar un tributo econmico al Kahal al margen de los otros impuestos, lo que convierte al judasmo en la secta mejor organizada, pagada y sostenida del mundo entero.

Pero ahora no vamos a hacer ms que una breve referencia a la vasta obra del Talmud, pues no se trata realmente de un libro sino de una coleccin de 63; y basndonos en trabajos hechos por varios escritores, escasos sobre el tema, tratamos ahora de darlo a conocer en Espaa, que ha sido y sigue siendo la cuna del criptojudasmo, como reconoce el eminente historiador judo contemporneo Cecil Roth, en su Historia de los marranos. Esta obrita aunque es pequea, es de una labor ardua y paciente.

Hay que resaltar de entrada que El Talmud se acepta y respeta con veneracin por los judos del mundo entero, particularmente por todos los ortodoxos, que son la inmensa mayora.

Se trata de una obra elaborada exclusivamente por rabinos, por aquellos considerados como los ms sabios entre ellos, y actualmente est de tal forma tan impuesto entre la judera, que ya cualquier rabino, aisladamente, es incapaz de formular la menor crtica sobre su contenido. Ninguno puede alzar su voz contra l, slo el Gran Rabinato reunido podr ir lenta y ocasionalmente corrigiendo aquellos aspectos que ms repugnen a las mentes de los dems rabinos.

De las dos partes de que consta El Talmud: La Misn y La Guemar, quiz sea la primera la parte principal de todo l. As como la Ley Moiss, es considerada la primera Ley o Ley fundamental; la Misn es como una Ley ordinaria, y La Guemer, como el Reglamento que la desarrolla y complementa. Pero ninguna de estas dos puede ser vulnerada por ningn israelita. La Ley de Moiss s.

Y creemos sinceramente, que cuando no se conoce bien una materia, lo primero y ms juicioso es informarse antes de afirmar o entrar en discusin sobre ella, porque esto es ms propio de irresponsables. Las pginas que siguen no pretenden otra cosa. Slo satisfacer a alguien que sienta un sano inters por saber lo que es el Talmud y lo que ensea, y ya nos damos por satisfechos. Y cualesquiera que sean las criticas que produzca, an las opiniones ms encontradas, ser la recompensa a este pequeo trabajo.

Y rematemos ya esta introduccin con una tradicional oracin que durante siglos se vino repitiendo en la liturgia de cada Viernes Santo, desde el Papa de Roma hasta el ltimo pastor de almas, que aunque qued excluida de dicha liturgia por el Concilio Vaticano II, casi al mismo tiempo que Pablo VI reconoca pblicamente que el humo de satans haba penetrado en la Iglesia de Cristo, y el comn de la curia romana admita que algn diablo se paseaba vestido de prpura por la ciudad del Vaticano; no por ello hemos de entender que est prohibida, pues a diario se pide a Dios por toda clase de autoridades, instituciones, pecadores, y, por qu no por los judos.

La oracin reza as:

"Oremos tambin por los prfidos judos para que Dios quite el velo de sus corazones, a fin de que reconozcan con nosotros a Jesucristo Nuestro Seor.

Omnipotente y sempiterno Dios, que no excluyes de Tu Misericordia ni an a los prfidos judos: oye los ruegos que te dirigimos por la ceguedad de aquel pueblo, para que reconociendo la luz de Tu verdad, que es Jesucristo, salgan de sus tinieblas. Por el mismo Dios y Seor Nuestro."

Penetrad en las moradas de aquel pueblo, y veris la miseria espantosa que lo aflige. Hallaris a los padres haciendo leer a sus hijos un libro misterioso que a su vez lo harn tambin leer los hijos a sus hijos.

Chateaubriand

Lo cierto es que, aunque los judos no exhiben el Talmud, o conjunto de libros que lo integran, ms bien lo ocultan, es considerado por ellos como una ley propia y superior, y su 'existencia es tan real como el crimen ritual mismo. Y el Talmud no es otra cosa ms que un conjunto de disposiciones y reglas de conducta, de muy obligado y severo cumplimiento para el judo, en donde lo religioso no es materia nica, y ms bien seundaria; en donde todo est en abierta contradiccin con la moral cristiana, y en donde todo aparece escrito y con la suficiente claridad, acerca de la consideracin y el posible asesinato de los goim, los no judos.[1]

Basta esta sola cita del Talmud para formar criterio y emitir un juicio ponderado:

Slo el judo es humano, todos los dems no judos son animales. Son bestias con forma humana. Cualquier cosa es permitida que est en contra de ellos. El judo puede mentirles, trampearlos y robarlos. Puede violarlos y asesinarlos.

Pudiendo comprobarse que principios semejantes se reiteran en varios libros del Talmud, como veremos ms adelante [ii].[2]

Y esto, aunque parezca inverosmil, es real y est escrito, y lo escrito, escrito est. Quod scripsi, scripsi; verba volant, scripta manent.

Por consiguiente, el Talmud resulta ser un amplio texto escrito punible por si mismo en muchsimas de sus partes, ya que su contenido ha desbordado la mente humana, el mbito de la intencionalidad o de los malos pensamientos, traspasando lo probable y cayendo dentro de lo comprobable o verificable. Ello aparte las muchas frases injuriosas contra otras religiones, particularmente las cristianas y musulmana, sin que las palabras ni el espritu con que se utilizan permitan tampoco la menor duda acerca de la intencin injuriosa, (quando verba sunt per se injuriosa, animus injuriandi praesumitur).

Hemos de continuar, pues, adelante, con el examen del nico cdigo sagrado de los judos, antes de sentar que su reprobable contenido es un hecho inconcuso; que est en abierta contradiccin con la ley mosaica, en la que dicen que se inspira, as como con el Antiguo Testamento, y por descontado contra el Nuevo, porque ni siquiera lo admite, y por consiguiente, en pugna con el alegato aducido por los defensores de Israel, de que sus leyes no prescriben la efusin de sangre. Por el contrario, el Talmud preconiza el crimen y lo justifica.

Parece necesario, por consiguiente, hacer una referencia mucho ms amplia al Talmud, para saber de l y averiguar, sin lugar a dudas, la opinin que a travs del mismo tienen los judos sobre los no judos, y el comportamiento a que les compele a todos los israelitas en general, y a los sionistas en particular.

Digamos de entrada que el Talmud es una voz hebrea derivada a su vez de lamud, que significa enseanza, y recoge, por escrito, la tradicin oral juda sobre diversas materias: religiosas, sociales, e incluso polticas y de medicina. Por Talmud, se conoce, pues, una vasta compilacin de los preceptos enseados por los rabinos ms autorizados o maestros de la ley, (khakhams o doctores), sobre varias materias, recogiendo y explicando completamente toda la ciencia y enseanza del pueblo judo, ya milenaria; y que, los israelitas, vienen observando tan rigurosamente, si no ms, que la propia ley de Moiss o Pentatuco.

Los exgetas concuerdan en considerar a Moiss como el autor del Pentatuco, esto es, de los cinco primeros libros del Antiguo Testamento (Gnesis, xodo, Levtico, Nmeros y Deuteronomio), que si no lleg a redactarse todo por l completamente, interviniendo otros, dadas ciertas diferencias que se sealan, particularmente de estilo y las varias denominaciones que se le dan a Dios, al menos 33 nombres diferentes, si se hizo bajo su direccin. Como tambin se acepta generalmente que Moiss utiliz escritos ya anteriores a l, as como cierta tradicin oral. Y dada la pretendida inspiracin del Talmud en la ley mosaica, y basndose en ello, surgen diferencias, toda vez que algunos escritores -incluidos rabinos-, sostienen que los preceptos rabnicos -o talmdicos- proceden de Moiss, mientras que otros le atribuyen una mayor antigedad, como el alemn J. Streicher, para quien las leyes talmdicas provienen de hace ms de 3.000 aos, y -dice-, son tan vlidas hoy como lo fueron entonces.

El caso es que, los israelitas, quienes llaman al Pentatuco simplemente: La Ley o Tor, le dan ms valor a las interpretaciones talmdicas que a todo el Antiguo Testamento, incluido, por supuesto, el Pentatuco, al que estiman mucho menos. Es decir, el valor de la Ley (mosaica) es inferior al del Talmud.

Para sostener esto ltimo, domina una corriente rabnica segn la cual, argumentan que, Moiss, al subir al monte Sina para recibir del mismo Dios la ley escrita sobre las doce tablas de piedra con los mandamientos, tambin recibi las interpretaciones de la misma, o sea, la ley oral; pues de otra manera no necesitaba permanecer tanto tiempo en el monte, por cuanto Dios le pudo haber entregado la ley escrita en un solo da. Y tratan de apoyar esta tesis recurriendo al xodo, (cap. 24, 12), en donde se refiere el mandato de Dios a Moiss:

"Dijo Yav a Moiss: Sube a lo alto del monte en donde estoy y detente all. Yo te dar unas tablas de piedra con la ley y los mandamientos que tengo escritos en ellas, a fin de que los ensees al pueblo."

Los doctores de la ley -rabnicos- interpretan que en este pasaje bblico, las palabras tablas de piedra significan los diez mandamientos; que la ley significa el Pentatuco; los mandamientos significa la "Misn; que tengo escritos en ellas, los profetas y los hagigrafos; y a fin de que los ensees al pueblo, la "Guemar". Y as consta en el libro llamado "Berakhoth", el primero del Talmud.

Hay que distinguir, por lo tanto, entre tradicin oral y tradicin escrita. Es decir, tradicin bblica anterior y posterior a Moiss. La tradicin oral de los preceptos talmdicos, vinieron transmitindose mezclados con los de la Cbala entre los judos. Cbala, etimolgicamente en hebreo significa eso: tradicin.

Las diferencias que se sealan entre Talmud y Cbala, son las de que, mientras los preceptos talmdicos son dados para el conocimiento y dominio del comn de los judos, con carcter secreto para todos los dems, y sin perjuicio de que sus interpretaciones queden reservadas para los doctores de la ley; la doctrina cabalstica fue depositada en una minora juda, elitista, y su enseanza es dirigida exclusivamente a personas seleccionadas entre estos mismos, generalmente rabinos. La enseanza talmdica es exotrica; la cabalstica, totalmente esotrica u oculta. Y mientras, las enseanzas talmdicas son de inspiracin monotesta con marcado acento egosta, basadas en el monotesmo de la misma ley mosaica, la Cbala es netamente pantesta, basada en las costumbres de Caldea, Egipto y otros pueblos antiguos, que adoraban a los dolos e incluso a los diez principales demonios, practicaban la magia, la cartomancia y otras ciencias ocultistas o supersticiosas, y desde luego ofrendaban nios a los dioses.

Lo que s se puede afirmar igualmente y sin el menor temor a errar, es que los dogmas filosficos y rituales de la Cbala, se fueron transmitiendo hasta nuestros das a travs de la masonera, la que los mantiene igual que hace siglos. Ha de hacerse notar que la masonera, tal como la conocemos actualmente, aflor en el ao 1717 en Inglaterra, mas, es muy anterior, puesto que naci de una secta secreta fundada por nueve judos en el ao 43 despus de Cristo, bautizada con el nombre de La Fuerza Misteriosa, con dos propsitos principales: El primero, combatir a los nazarenos de creciente expansin, y contrariar sus predicaciones. Y el segundo, conservar la influencia poltica israelita.

En medio del confusionismo existente, o que pretende crearse, sobre el origen de la masonera, creemos que es decisivo lo que al respecto dio a conocer el judo brasileo de procedencia rusa, Jorge Samuel Laurant, bajo el titulo: La Disipacin de las Tinieblas o el Origen de la Masonera. Este Laurant, descendiente de uno de los nueve judos fundadores de la secta, fue el ltimo heredero y depositario de esta historia familiar, la cual vino recogindose por sus antepasados con anotaciones sobre uno de los mismos documentos originales de la fundacin, y fue publicada por primera vez a finales del siglo XIX, en francs, despus vertida al rabe y turco, por el libans ortodoxo Awad Khoury, con la mediacin del entonces presidente de la Repblica de Brasil, Doctor Prudente Jos de Moraes Barros (1841 - 1902), de quien Khoury era el "Encargado de Negocios privados de S.E. o prsidente da Repblica dos Estados Unidos do Brazil"; y ms recientemente traducida al espaol por Ivan Zodca, en la Argentina en 1962.[3]

Los nombres de los otros herederos o depositarios de aquel pacto secreto, de los ochos restantes fundadores, todava se desconoce.

El bisabuelo de dicho Laurant, que ya se haba convertido al cristianismo protestante por influencia de su esposa, y decidido a desvelar este misterio, fue asesinado, sin que posteriormente pudiese descubrirse jams al autor o autores. Resulta curioso leer en tal libro, lo que dej escrito un judo que lleg a alcanzar la ms alta graduacin masnica: "Sin embargo, el esclavo conoce a su amo, pero nosotros, en cambio, no conocemos a quien nos ordena, y le obedecemos ciegamente".

Monseor Len Meurin, jesuita, arzobispo de Port Louis en Madagascar, afirma en su obra Filosofa de la Masonera: "La doctrina cabalstica no es en el fondo ms que el paganismo en forma rabnica; y la doctrina masnica, esencialmente cabalstica, no es otra cosa que el antiguo paganismo reavivado, oculto bajo una capa rabnica y puesto al servicio de la nacin juda". Ms adelante, tambin emite este juicio: "La doctrina del Talmud es para el judo la teologa moral, como la Cbala es la teologa dogmtica". Y en otro lugar an vuelve con la siguiente observacin: "Examinemos las doctrinas y la alta direccin de la Orden, y en todas partes encontraremos a los judos. Los emblemas y enseanzas de las logias muestran, sin lugar a dudas, que la Cbala es la doctrina, el alma, la base y la fuerza oculta de la masonera".[4]

Nicols Serra y Caussa, escribe tambin a este respecto en su obra El Judasmo y la Masonera: "El inventor, fundador o introductor del sistema masnico, si no fue judo por la circuncisin, tan judo era de corazn como los mejores circuncidados; pues la masonera respira judasmo por los cuatro costados".

Luego cita Nicols Serra la opinin de un judo, de Jos Lehmann, despus sacerdote catlico, recogindole estas palabras sobre el particular: "El origen de la francmasonera debe atribuirse al judasmo; no ciertamente al judasmo en pleno, pero, por lo menos a un judasmo pervertido".

El historiador judo francs Bernard Lazare, escribi a finales del S. XIX: "Es evidente que slo hubo judos, y judos cabalistas, en la cuna de la masonera".

Por su parte, el rabino Isaac Wise escribi en 1855: "La masonera es una institucin juda, cuya historia, grados, cargos, seales y explicaciones, son de carcter judo desde el principio hasta el fin".

El filsofo alemn Fischer anot en 1848 esta otra observacin: "La gran mayora de la orden masnica no admite al cristianismo, sino que lo combate a punta de cuchillo; y la prueba de ello la tenemos en la admisin de todos los judos en las logias".

Otra perspectiva digna de tenerse en cuenta sobre la influencia juda en la masonera, es la que hace el ex masn M. J. Doinel, quien despus de haber militado en el Gran Oriente de Francia, y ya convertido al cristianismo, sienta lo siguiente: "Los masones se lamentan de la dominacin que los judos ejercen en las logias, en los Grandes Orientes, en todos los 'puntos del tringulo', en todas las naciones, en toda la extensin de la tierra. Su tirana se impone en el terreno poltico y financiero. Desde la Revolucin Francesa han invadido las logias y actualmente la invasin es total. As como la masonera es un Estado dentro del Estado, as los judos forman una masonera dentro de la masonera. El espritu judo reina en los 'talleres' con la metafsica de Lucifer, y gua la accin masnica, totalmente dirigida contra la Iglesia Catlica, contra su jefe visible, el Papa, y contra su jefe invisible, Jesucristo; repitiendo el grito deicida: Crucifcalo! La Sinagoga en el pensamiento de Satans tiene una parte preponderante, inmensa. Satans cuenta con los judos para gobernar la masonera, como cuenta con la masonera para destruir a la Iglesia".

Pero la mejor caricatura de estos ilusos y siervos soadores, quizs la haya trazado el judo hngaro Teodoro Herzl, famoso por ser el padre de la moderna doctrina sionista, escritor y periodista, quien convoc y presidi el primer congreso sionista celebrado en Basilea en cuya ocasin afirm: "Las logias masnicas establecidas en todo el mundo se prestarn a ayudarnos en lograr nuestra independencia. Es que aquellos cerdos, de los masones no judos, no comprendern jams el objeto final de la masonera".

Otro importante personaje de la cabalstica esotrica hebrea, ni financiero ni hombre pblico, el judo francs Saint-Yves d'Alveydre (1849-1909), el terico y maestro, formulador de la llamada doctrina de la Sinarqua, antecedente inmediato de la sionista, y por consiguiente de las lneas maestras del futuro Gobierno Mundial, no oculta su criterio sobre aquellos ilusos, escribiendo en uno de sus libros (Misin de los Judos, en 1884): "Si se dejara en manos de masones y papanatas el plan arquitectural y su ejecucin, jams se levantara el monumento".[5]

Pudiramos aportar otros muchos criterios autorizados, pero sobre este extremo, no vamos a insistir ms puesto que no es nuestro propsito hacer aqu un examen de la masonera ni mucho menos de los crmenes de la masonera. Baste ahora hacer la observacin, para concluir, de no difcil comprobacin, de que ni la masonera en su conjunto, ni un solo masn siquiera ocasionalmente, al menos durante su militancia, haya hecho o dicho lo ms mnimo que pudiese daar o simplemente molestar a los judos o a su poltica imperialista. Por el contrario, santifican cualquier atrocidad juda, como los brutales y sucios asesinatos de palestinos que se suceden mes tras mes, actitud que incluso encuentra eco en la misma ONU, con su visible tolerancia, no pasando de las frmulas de consuelo y condena, cuando de crmenes y ocupaciones de territorios ajenos, por los judos se trata.

Se le achaca a la ONU el ser una institucin de inspiracin juda, pero al menos, por lo que se ve, es la caja de resonancia del imperialismo sionista, normalmente a travs del norteamericano, o mejor, del angloamericano, que se limita a pedir "mayor moderacin" ante los excesos sionistas, o veta propuestas que ponen claramente de manifiesto que, en tal Organizacin, la igualdad, democracia y justicia, no tienen el mismo significado para todas las naciones integrantes, como tampoco para los judos o medio judos, unidos por los mismos lazos y sentimientos sionistas.[6]

Tambin hay que decir que, la masonera siempre fue tanto de la mano del capitalismo como de su secretismo. Y aun del comunismo, salvo en aquellos pases en donde ste queda impuesto, porque entonces la masonera comienza a ser cercenada. Consumada la traicin ya no es menester el traidor! Vase si no el ejemplo de Rusia durante los ltimos 70 aos, en donde la masonera ha estado totalmente prohibida.

Por otra parte, en relacin con las guerras y su explotacin, veamos lo que opina Henry Ford, el famoso industrial norteamericano inventor del automvil que lleva su nombre, y escritor, comentando en uno de sus artculos periodsticos publicado en el Daily Mail, de 21-9-1923 (luego recogidos en su libro El judo internacional): "No necesitamos la Liga de Naciones para poner fin a la guerra. Poned bajo control a los cincuenta financieros judos ms ricos, que promueven guerras para su nico provecho, y las guerras cesarn"[7]

Por ltimo, hagamos notar sobre este punto que, en el acta de la sesin del 'convento' (asamblea), del Gran Oriente Francs celebrado en 1929, se hizo constar esta advertencia:

"Nuestra Orden no puede conservar su fuerza y valor ms que manteniendo su carcter secreto. El da en que perdamos nuestro carcter especfico en lo referente a nuestra discrecin y secreto, nuestra accin en el pas habr finalizado".

Y, para finalizar, digamos que el 20 de febrero de 1959, la Asamblea Plenaria de Cardenales, Arzobispos y Obispos de Argentina, publicaba una declaracin colectiva recordando la condena formal de la masonera por los Papas, desde Clemente XII a Po X, y subrayando que la francmasonera y el comunismo persiguen el mismo objetivo, diciendo:

"Para llegar a sus fines, la Franc-Masonera se sirve de la alta finanza, de la alta poltica y de la prensa mundial; el marxismo, por su parte, se sirve de la revolucin social y econmica contra la patria, la familia, la propiedad, la moral y la religin".

Volvamos a la tradicin talmdica y cabalstica. El hecho es que tanto a una historia como a la otra, se pretende rodearlas de misterio e incluso ocultarlas. Una corriente rabnica sostiene que Moiss transmiti la ley oral a Josas; Josas a su vez la transmiti a los setenta ancianos (o sabios); estos ancianos a los profetas, y los profetas a la Gran Sinagoga; posteriormente pas en forma sucesiva a ciertos rabinos, hasta que ya no fue posible retenerla por ms tiempo oralmente.

Pero aparte estas especulaciones dogmticas aportadas por los propios judos, lo cierto es que unos y otros preceptos, talmdicos y cabalsticos, fueron siendo recogidos por escrito casi al mismo tiempo. Primero se recoge la doctrina cabalstica, por el filsofo Filn el Judo (13 a.C. - 54 d.C.), de Alejandra; y poco despus la talmdica por el rabino Jehud, desde finales del siglo II y principios del III, entre el ao 190 y el 220, aunque ya antes de Cristo existan en Palestina colegios que enseaban Talmud. Alguno afirma que empez a redactarse despus de la destruccin de Jerusaln.

El primero que le dio forma al Talmud, fue por consiguiente, el rabino Jehud o Yehud ha Nas[8], pero no totalmente a todo l, sino a la primera parte del mismo, conocida por la Misn, segunda ley o ley repetida, tambin as llamada porque es un comentario a la primera ley o ley de Moiss. Jehud llev a cabo una recopilacin de todo cuanto haba escrito sobre la materia, anterior a l, as como recensin de lo legado oralmente, ordenndolo y dndole forma, y dividindolo en seis partes o cdigos, cada cdigo en libros, y, los libros en captulos.

Estas seis partes o cdigos de la Misn -seguimos aqu a Pranaitis-, son las siguientes:[9]

I. ZERAIM: Sobre la agricultura: semillas, frutas, hierbas, rboles, y uso de las frutas. Contiene once libros.[10]

II. MOED: Sobre las fiestas: tiempo en que deben comenzar y finalizar, y cmo celebrar tanto el sabat como las otras festividades. Contiene doce libros.[11]

III. NASCHIM o Nasim: Trata del matrimonio, las mujeres, repudio de las esposas, sus deberes, relaciones matrimoniales, y enfermedades. Consta de siete libros.[12]

IV. NEZIKIN: Sobre Derecho penal y civil, penalidades e indemnizaciones. Consta de diez libros.[13]

V. KODASCHIM: Concerniente al Derecho religioso o sagrado, los sacrificios y los ritos. Once libros.[14]

VI. TOHOROTH: Concerniente a las purificaciones e higiene. Trata sobre la suciedad y purificacin de las embarcaciones, ropa de cama y otras cosas. Consta de doce libros.[15]

El talmud no es, pues, un slo libro como parecen dar a entender algunos escritores que lo citan, sino por el contrario, un extenso cuerpo de obra que abarca 63 libros en total, como acabamos de ver, distribuidos en 613 captulos.[16] Casi tantos como la Biblia. Y consta de dos grandes partes: la Misn, la primera parte, a que acabamos de referirnos; y la Guemar, que es una glosa a la anterior, es decir, un comentario del comentario. En realidad, estas dos partes van en cada libro; la segunda a continuacin de la primera, o incluso intercalada con ella.

Redactada la Misn, sta fue siendo objeto de estudio y enseanza, particularmente entre los siglos II y V, por las dos escuelas o academias rabnicas ms importantes de aquel entonces, la palestina o de Jerusaln y la babilnica [xvii].[17] Ese fue el motivo por el que, sucesivamente, fue recibiendo ms aadidos y ulteriores comentarios, que, reunidos, vinieron a constituir la segunda parte o Guemar.

Cada escuela sigui sus propios mtodos, y as, dieron nacimiento a un Guemar doble, que, posteriormente, tras distintas interpretaciones y polmicas, concluy con dos redacciones distintas. La versin del Guemar de Jerusaln, se debe principalmente al rabino Jochanan, quien presidi la sinagoga de Jerusaln durante ocho aos y concluy sus trabajos en el ao 230 d.C. La versin babilnica, sin embargo, se fue compilando por distintos rabinos y pocas. El rabino Aschi trabaj en la tarea de su redaccin durante sesenta aos -se dice-, desde el 327. La sigui posteriormente el rabino Maremar, desde el ao 427, y la complet el rabino Ravina alrededor del ao 500. Se acepta generalmente, que la versin de Jerusaln, por su brevedad y vaguedad, es ms rehusada por los judos, en cambio la babilnica, fue tenida siempre en ms estima por los judos de todas las pocas.

La Guemar, por consiguiente, no es ms que una suma de comentarios sobre la Misn. Si bien, algunos preceptos de la Misn no fueron examinados, ya que su explicacin se dej para la venida de Elas y del Mesas. Pero, por lo de pronto, la Guemar, no solamente entr a formar parte del Talmud, sino que lleg a ms, lleg a alcanzar una ms alta consideracin que la Misn y la propia Tor o Ley mosaica.

Es el Talmud el que viene a avalar esta ltima afirmacin. En el tratado Sopherim (25, 7, fol. 13 b), se sienta esta curiosidad: "La Sagrada Escritura se asemeja al agua, la Misn al vino, y la Guemar al vino aromtico".

Ya en dos libros anteriores del Nezikin -IV parte o cdigo-, se hace una valoracin sobre este particular. En el libro Baba Metsia (fol. 33 a) se dice al respecto: "Aquellos que se dedican a leer la Biblia ejercitan una determinada virtud, pero no mucha; aquellos que estudian la Misn ejercitan una virtud por la que sern premiados; pero, no obstante, aquellos que se dedican a estudiar la Guemar ejercitan la ms grande de las virtudes".

Y en el tratado Sanhedrn (10, 3, fol. 88 b), se rebaja igualmente a un segundo plano el valor de la Ley o Tor, es decir, el Pentatuco, la misma Biblia, al establecer que:

"Aquel que quebranta las palabras de los escribas peca ms gravemente que aquellos transgresores de las palabras de la Ley". Asimismo, esto aparece sentado en el libro Erubhin (2 libro del II cdigo o Moed): "Hijo mo, presta atencin a las palabras de los escribas antes que a las palabras de la Ley"

De donde se deduce claramente, por consiguiente, que lo inspirado tiene ms fuerza que la fuente inspiradora. Las palabras de los rabinos valen mucho ms que las Escrituras Sagradas. Y de aqu se desprende que, si los rabinos preconizan el crimen -adems de otras cualesquiera barbaridades-, en sus aberrantes interpretaciones del Pentatuco, no cabe duda de que sus enseanzas son las que valen y se imponen para todos los judos. Resulta deplorable aquel alegato de los defensores de Israel, de que sus leyes se inspiran en la ley mosaica, porque lo que realmente hacen es tergiversar y sobar sobre aquella ley segn mejor les convenga; como los buenos curtidores de pieles antes de rematar el curtido. Y desde luego el Talmud prescribe el delito como cosa normal frente a los goim (los no judos).

Hay que hacer la salvedad de que a los 63 libros del Talmud, a que ya hemos hecho referencia, se le han agregado cuatro breves tratados ms, por posteriores escritores, pero que no han sido incluidos en el Talmud corriente. Destacando Pranaitis, que casi todas las ediciones del Talmud tienen la misma cantidad de folios y la misma disposicin del texto; solamente vara el tipo de imprenta o formato, segn sea modelo grande o pequeo.

Como de todas formas, esta obra fue hacindose voluminosa y desordenada, los judos sintieron la necesidad de algo ms sencillo y manejable, lo que fue originando una nueva tendencia, no de compilacin sino de recopilacin o breve compendio, que empez a dar sus frutos a partir del siglo XI. El primero que lleg a publicar un Talmud breve, fue el rabino Isaac ben Jacob Alphassi, aunque no lleg a tener xito.

Pero segn Pranaitis, el primero en editar una obra bien ordenada sobre la Ley Juda, fue el rabino Moische ben Maimn, a quien los judos llamaban abreviadamente Rambam, o "El guila de la Sinagoga", y tambin rabino Iarchi o Raschi; ms conocido entre los cristianos por Maimnides, que fue el nombre que prevaleci. Un judo-espaol que naci en Crdoba en 1135, all estudi medicina y filosofa, y a travs de sus traducciones Europa conoci la cultura griega, a Platn y a Aristteles. Y muri exiliado en Egipto en 1204, malviviendo de la medicina.

Moiss Maimnides, escribi en rabe y hebreo sobre temas filosficos, mdicos y talmdicos. Sobre stos, redact primero unos comentarios al Talmud que public en un libro llamado Perusch, incluido en la Guemar. Posteriormente, en 1180, concluy su gran obra denominada Misn Tor (Repeticin de la Ley), tambin llamada Iad Chazakah (La Mano Fuerte), que es un compendio del Talmud, dividido en cuatro partes o volmenes con 14 libros en total. Incluy conceptos filosficos propios y nuevas leyes, motivo por el que fue excomulgado por su pueblo y condenado a muerte, y aunque no fue ejecutado s fue perseguido. Despus de Maimnides, el mundo judo qued dividi en dos bandos, el de sus seguidores y el de sus detractores. A pesar de ello, el valor de su obra fue en aumento. Tanto es as, que actualmente entre los judos circula como mxima, el aforismo:

"De Moiss a Moiss (Maimnides), no ha habido otro Moises".

Su grey no le ha abandonado. En 1935, con motivo de la conmemoracin del VIII centenario de su nacimiento y la fraternal colaboracin del masnico gobierno de la II Repblica espaola, en la sinagoga de Crdoba se descubri una lpida de mrmol blanco con la siguiente inscripcin:

Sin embargo, todo hay que decirlo, Maimnides, con toda su inteligencia y capacidad de trabajo, no fue sino una mente luciferina al igual que algunos otros eminentes de la judera. Guardan cierto parentesco con los demonios, quienes siendo creados espritus puros, nacidos ngeles, les perdi la ambicin y acabaron rebelndose contra el mismo Dios, pensando que podran ser tanto como l y, claro est, lo que alcanzaron fue la eterna condena, aunque el dao ya lo dejaron hecho. Ya veremos ms adelante cmo Maimnides interpreta el "no robars" o el "no matars": slo a judos, no a los dems, porque los otros no son personas sino animales, bestias. Sabrn esto los masones! Su egosmo le llev incluso a abjurar del mosasmo para abrazar el islamismo.

Con posterioridad a Maimnides, ya solamente merece la pena citar a dos rabinos en relacin con los trabajos del repetido Talmud, a Jacob ben Ascher y a Joseph Caro ben Efraim. Ascher, public en 1340 un compendio de la obra de Maimnides, expurgada de todo cuanto consider superfluo y personal, dividida en cuatro partes, que no alcanz el xito esperado.

Es obligado destacar al otro rabino, por su importancia, a Jos Caro (1488-1577), de Palestina, quien, siendo nio, juntamente con sus padres procedentes de Toledo, fue expulsado de Espaa en tiempos de los Reyes Catlicos. ste fue el que dio satisfaccin a la necesidad generalmente sentida, de un libro breve y sencillo para la inteligencia de todos los judos: su famoso Schulchan Arukh (La Mesa Preparada), que lleg hasta nuestros das y es actualmente considerada como la obra ms sagrada para los judos ortodoxos, su obligado Cdigo de Leyes.

El Schulchan Arukh no es ms que una condensacin del Talmud. Un Talmud abreviado, dividido en cuatro pequeos libros, y stos en pargrafos numerados. Es pues, el Cdigo imperante para los judos, salvo para una minora que no reconoce ms que la Ley mosaica, motivo por el cual unos pocos son sojuzgados por la mayora y condenados al ostracismo. Tanto es as, que tradicionalmente las comunidades judas conciertan un contrato con todo nuevo rabino, para conducir a la comunidad segn este Cdigo de Leyes, sin admitir discrepancias.[18]

Jos Caro con esta obra termin con las polmicas habidas entre los rabinos anteriores a l, aunque inicialmente tampoco dio plena satisfaccin a todos, ya que dividi a los judos orientales de los occidentales.

En lo que no hay unanimidad de criterio es en cuanto a la fecha de redaccin del Schulchan Arukh, y aun sobre su origen. A. Luzsenszky, quien tradujo el Talmud y el Schulchan Arukh al alemn, en la Introduccin a este ltimo seala al rab Ascher como el compilador originario, pero atribuyndole al rab Jos Caro la redaccin definitiva en el ao 1490, cuando en este ao, segn el Rvdo ruso Pranaitis, Caro solamente tena dos aos de edad, y, por otra parte, deba encontrarse todava en Espaa puesto que la expulsin de los judos tuvo lugar en 1492, o a partir de este ao. El profesor Pranaitis no cita fecha de redaccin de este libro, slo dice que utiliza la edicin de Venecia de 1594. Monniot afirma que fue escrito por el rab Josiel hacia 1576, en Palestina. Josiel debe ser el mismo Joseph (Caro), pero esta ltima fecha nos parece muy tarda por cuanto Caro ya tena 88 aos y falleca al siguiente. El judo Teodoro Reinach, dice simplemente que debi ser redactado a mediados del siglo XVI. Mas, no vamos aqu a entrar en ms detalles sobre este particular, no es una cuestin primordial.

Lo que si se debe resaltar respecto del Schulchan Arukh, en cuanto a su autor, es que el criterio dominante es unnime: su autor es Jos Caro, en lo que concuerdan los israelitas. En el Univers Isralite de 18 de octubre de 1912, escriben:

"El principal aflujo se produjo en 1492, despus de la expulsin de los judos de Espaa que buscaron refugio en el Este de Europa. Entre los que emigraron a Nicpoli estaba el rabino Ephraim Caro, de Toledo, cuyo hijo Joseph fue el jefe religioso de la comunidad, establecindose ms tarde en Safed: es el autor del Schulchan Arukh, que qued como cdigo del judasmo".

Sobre este libro sagrado, nos parece muy importante el decir tambin que, en un snodo israelita celebrado en Hungra en el ao 1866, los asistentes tomaron, entre otros, el siguiente acuerdo:

"Hay que negar pblicamente el Schulchan Arukh a los ojos de los no judos, pero en realidad, todo judo en todo pas est obligado a cumplir en todo momento estas leyes". Resolucin que fue suscrita por 94 rabinos, 182 abogados, 45 mdicos y 11.672 judos de distintos estamentos.[19]

Alguien podr preguntarse cmo llenar alguna laguna o aclarar algn precepto talmdico de difcil interpretacin. Pues bien, se puede decir al respecto que carecen de jurisprudencia pero no de pragmatismo, pues los rabinos lo hacen todo, para los judos son el alma y el sostn de Yav en la tierra, hacen y deshacen sin apelacin. Se puede traer aqu una cita del libro talmdico Horcoim, en el que sientan una regla de oro ante la necesidad de alguna interpretacin, que es del tono siguiente:

"Los rabinos ensean tambin, respecto al Talmud, que si se encuentra algo en un libro que salga del orden natural o que sobrepase nuestra inteligencia, se debe culpar a la debilidad del entendimiento humano, ya que al meditarlo profundamente, se observa que el Talmud no contiene ms que la pura verdad".

Ah queda una vez ms la reafirmacin de que los mandatos talmdicos son obligatorios, han de obedecerse ciegamente por los judos; y ya sabemos que estn en abierta contradiccin con la Biblia. En donde se inspiran es en su ancestral espritu de casta, jams superado por ningn otro grupo humano.

La existencia del Talmud ya no puede ser negada por nadie. Ya hemos dicho que lo escrito, escrito est. Pero se pretende poner en tela de juicio su permanente vigencia, su actualidad, aunque parezca en principio ser un intento ftil. Pues son ellos mismos los que nos muestran con frecuencia todo lo contrario.

Sobre este particular podemos traer aqu como prueba, una sentencia no muy lejana, divulgada en Espaa por la agencia Efe, con fecha 20.12.1979, diciendo que:

"El Tribunal rabnico de Haifa (Israel), ha condenado hoy a un marido a tener relaciones sexuales con su mujer.-La vctima es un profesor de enseanza media de 32 aos, cuya esposa se querell porque desde hace ocho meses no mantena relaciones sexuales con ella". Y aade que, "la decisin de los jueces rabnicos se ha basado en el Talmud (sic), que prescribe que los esposos han de tener relaciones sexuales continuadas, salvo el caso de fuerza mayor. La multa ha de ser pagada segn lo fijado por el Talmud".

En lo que yerra la nota de prensa, es en sealar que el Talmud fue redactado en el ao 600 antes de Jesucristo.

Aunque sea de pasada, hagamos la observacin de que la moral sexual israelita, en este punto, no anda muy lejos de la de sus hermanos en Abraham, los musulmanes; ambas muy distantes de la cristiana. A propsito de esta sentencia, creemos que los jueces, necesariamente tuvieron que tener a la vista, aparte otras consideraciones, el Libro IV del Schulchan Arukh, dedicado al Derecho matrimonial, a la mujer, sus enfermedades, dote, etc., en estos pargrafos numerados que vamos a ver, los que muestran su estancamiento en una moral primitiva, verdaderamente arcaica y discriminatoria para la mujer -todava se justifica la poligamia, el aborto, y la consideracin de mujer objeto-, y transcribimos seguidamente ya sin ms comentarios, dejndolo al criterio ajeno:

"1. A todo israelita le est permitido tener tantas mujeres simultneamente como pueda alimentar. Pero los sabios han recomendado mantener slo cuatro mujeres, para que por lo menos recaiga una vez sobre cada mujer un ayuntamiento carnal. Para la mujer el mandamiento de la procreacin no tiene fuerza obligatoria".

"6. Un kohen (sacerdote judo) no debe casarse con una divorciada, ramera o debilitada. Quin es una ramera? Cualquier mujer no juda, o tambin una juda que ha tenido relacin con alguien a quien no le estaba permitido casarse con ella".

"44, 8. Cuando un israelita se casa con una akum (no juda) o una esclava, entonces el casamiento es nulo, porque no son capaces de ser tomados en casamiento, e igualmente cuando un akum o esclavo se ha casado con una israelita".

(En el pargrafo 27, anterior, se dice que "slo es prostitucin, aun en el caso de previa conversin de la otra parte a la religin israelita").

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Talmud - Metapedia

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